HERNIA, PROTUSIÓN Y CONTROL POSTURAL (Parte I): Son muchos los artículos en internet donde podemos encontrar qué es una protusión o una hernia, por ello me voy a centrar más bien en el por qué se produce y cómo poder solucionar o aliviar el dolor
derivado de estas patologías. Para que sea sencillo de comprender omitiremos algunos detalles que solo complicarían su entendimiento.
Para aquellos que no saben en qué consiste esta patología, es muy sencillo de entender, la diferencia entre la protusión y la hernia son simplemente matices y sobre todo el grado de lesión. Una hernia es el proceso avanzado de una protusión, pero a nivel biomecánico, su origen, es prácticamente el mismo.
En resumen, la protusión y la hernia consiste en el desplazamiento, con o sin rotura (he aquí la diferencia entre protusión y hernia, el grado de desplazamiento y de rotura) del disco intervertebral. Este desplazamiento reduce el espacio por el que los nervios salen de la columna, presionando e irritando la raíz nerviosa, hecho que activa la sensación de dolor y las patologías derivadas como las ciáticas.
Entendiendo esto es fácil adivinar como poder tratar una hernia o protusión: Corrigiendo el desplazamiento y contrarrestando la rotura. Vayamos a ello.
¿Podemos corregir el desplazamiento del disco?
Si, es por lo que en nuestra técnica nos gusta aliarnos con otros profesionales, en este caso con la osteopatía, quien según la OMS (Organización Mundial de la Salud) es capad de solucionar el 97% de las hernias a través de manipulaciones, veamos que hace y cómo podemos ampliar su efecto con el posterior cuidado y reentreno que hará que recuperemos nuestra espalda sana, veamos cómo es posible esto.
Imagínense que se encuentran comiendo una hamburguesa, yo era incapaz de comerme una sin ponerlo todo perdido y sin que se me escapara la carne por uno de los lados, dependiendo de dónde apretaras parecía que la carne cogía vida y se escapaba por el lado contrario, hasta que aprendí a cogerla y presionarla por el centro para tenerla controlada. Pues en la columna aparece un fenómeno muy parecido, dependiendo de donde se apreté el disco se desplaza hacia un lado u otro.
La columna tiene que cumplir dos propiedades básica: ser rígida para poder aguantar el peso y ser flexible para poder movernos, ¿Cómo conseguir flexibilidad con una estructura rígida y rigidez con algo flexible? La solución que lleva a cabo el cuerpo es salomónica, colocamos dos tipos de piezas, una rígida, la vértebra y otra flexible, el disco intervertebral. Luego, evidentemente, lo rodeamos de una serie de músculos, ligamentos, tendones, que nos permiten mantener estas dos funciones acorde con nuestra vida, pero estos pocas veces son el origen de la patología aunque si son los que nos dan las sensaciones de dolor y molestia, por lo que nos dirigimos rápidamente a intentar tratarlos para solucionar el conflicto, siendo el primer error que cometemos, los músculos solo nos protegen por lo que tenemos que ver porque duelen, no quitar el dolor sin más.
Si simplificamos la biomecánica de la columna, imagínese que coloca un globo entre las dos.
El disco tiene un alto porcentaje de agua que hace que sea móvil y adaptable, pero si la presión es mantenida durante mucho tiempo, el disco no es capaz de recuperar su hidratación y aparece el aplastamiento vertebral progresivo. Por último, pongamos un último ejemplo, vuelva a colocar las manos paralelas, simétricas y a la misma altura, con un globo en medio, ahora desplace una de las manos hacia delante ligeramente, de manera que el talón de la mano quede enfrentado a la palma de la mano contraria, en este momento presione con el talón de la mano el globo y vea que sucede, el disco sale por varios sitios y además está pinzando el globo creando una fricción mayor que tenderá a romper el disco, como explicaremos más tarde, encontramos en este último caso la hernia. (Hay siete tipos de hernias y unas se solucionan mejor que otras).
Entendemos por tanto que el disco no tiene vida propia y es la resultante entre dos fuerzas generadas por la vértebra superior e inferior. La siguiente pregunta que debemos hacernos es:
¿Por qué se desplazan las vértebras?
Podemos encontrarnos dos tipos de procesos, uno por repetir movimientos inadecuados durante un periodo de tiempo concreto o bien por un bloqueo puntual. Lo más normal en estos procesos es que exista un debilitamiento a lo largo del tiempo y en un momento puntual, el cuerpo no aguanta más y aparece el dolor, el bloqueo, el chasquido o cualquier señal de la sintomatología.
Muy importante – el cuerpo está diseñado para no fallar siempre y cuando respetemos los parámetros biomécanicos y fisiológicos.
Lo normal en el cuerpo es que las vértebras se desplacen para compensar zonas que se encuentran bloqueadas. Este concepto es fundamental en el ser humano, pero para entender mejor la patología lumbar, déjenme antes terminar explicándoles el por qué se rompen los discos intervertebrales.
COMO TRATAR LA PATOLOGÍA VERTEBRAL: HERNIA o PROTUSIÓN.
Desde el primer punto de vista tratado, los pequeños desplazamientos y fijaciones vertebrales, es sencillo entender que debemos hacer: devolver la correcta movilidad al segmento lesionado por la compensación de la estructura bloqueada, es decir, devolver la movilidad a la zona bloqueada y recuperar la zona lesionada.
La dificultad en nuestro trabajo es: encontrar que estructura está bloqueada y origina que estas vértebras tengan que compensar el déficit de movimiento, desplazándose en parámetros que no les corresponde y causando lesión.
Como ya tenemos un dato importante, vamos a ir introduciendo una serie de ejercicios globales para empezar a movernos y eliminar posibles zonas de bloqueos, puede comenzar a hacerlos usted mismo, si bien es verdad que siempre es mejor, como buscamos en las clases, que los movimientos sean específicos pero empezar a movernos será maravilloso para aliviar las zonas de dolor. Con el tiempo, a lo largo del blog además daremos varios trucos y explicaremos el porqué de los ejercicios.
O la activación del transverso.
Post relacionados:
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- La rotura del disco intervertebral. Hernia, protusión y control postural. (Parte III)
Miguel Alonso Gail
Lic. Educación Física – Osteopatía y Psicosomática.
Especialidad Control Postural y Pilates.